En medio de la ofensiva terrestre israelí en Gaza, miles de familias palestinas huyeron hacia los pocos refugios que quedan en la zona, buscando protección de los intensos ataques israelíes en el centro y el sur del territorio. A pie o en carretas tiradas por burros, cargando sus pertenencias, estas personas llegaron a Deir al-Balah, una ciudad que normalmente alberga a unos 75,000 habitantes, pero que se ha visto abrumada por cientos de miles de desplazados del norte de Gaza.
Dado que los refugios de la ONU están saturados, los recién llegados instalaron tiendas de campaña en las aceras para pasar la fría noche de invierno. La mayoría se congregó alrededor del principal hospital de la ciudad, Mártires de Al Aqsa, en la esperanza de estar más seguros de los ataques israelíes.
La ofensiva israelí ha forzado a gran parte de la población a refugiarse en Deir al-Balah y Rafah, en el extremo sur del territorio, así como en una pequeña área rural cerca de la costa meridional. Sin embargo, estas áreas siguen siendo blanco de ataques israelíes que destruyen casas llenas de gente.
El ejército israelí ha declarado que su campaña en Gaza podría durar meses, con el objetivo de desmantelar a Hamás en todo el territorio. Además, se han expresado amenazas de una acción militar más amplia contra Hezbollah en Líbano, aumentando los temores de una guerra total en esa región.
La ofensiva israelí en Gaza ha sido devastadora, con más de 21,100 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, reportados muertos. Alrededor del 85% de los 2.3 millones de habitantes de Gaza han huido de sus hogares, y aproximadamente una cuarta parte de la población enfrenta la amenaza de morir de hambre debido al asedio de Israel, que impide la entrada de alimentos, agua y otros suministros. La situación humanitaria es crítica, y los palestinos temen que más áreas, como Jan Yunis, sufran el mismo destino que el norte de Gaza.