Vista de la sala de conciertos Crocus City Hall en llamas tras el tiroteo en Krasnogorsk, a las afueras de Moscú, el 22 de marzo de 2024El Comité de Investigación de Rusia informó que, de manera provisional, se estableció que más de 60 personas murieron en este acto terrorista, advirtiendo que este número podría aumentar. Inicialmente, el servicio de seguridad (FSB) había reportado 40 muertos.
La tragedia tuvo lugar en Krasnogorsk, un suburbio al noroeste de la capital rusa, donde unidades especiales de la Guardia Nacional rusa están buscando a los responsables del ataque.
El presidente Vladimir Putin recibió informes sobre el incidente y expresó su deseo de pronta recuperación para los heridos. Por su parte, el grupo EI reivindicó el asalto, declarando que sus combatientes atacaron una gran concentración en las afueras de la capital rusa y que lograron regresar a salvo a su base.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, anunció la cancelación de todos los eventos deportivos, culturales y públicos durante el fin de semana como medida de precaución.
Testimonios de testigos describen momentos de terror durante el ataque, con disparos y la detonación de una granada o bomba incendiaria que provocó un incendio en el lugar. Las personas presentes se lanzaron al suelo para protegerse y muchos lograron salir arrastrándose.
El Ministerio de Salud reportó que 115 personas fueron hospitalizadas, incluyendo cinco niños y 60 adultos en estado grave.
La comunidad internacional expresó sus condolencias y condenó este acto de violencia, mientras que Ucrania negó su implicación en el ataque y acusó al Kremlin y sus servicios especiales de estar detrás de la agresión.
Este ataque se suma a una serie de actos terroristas y violentos que han afectado a Rusia en los últimos años, recordando la constante amenaza que enfrenta el país por parte de grupos extremistas.