Haiti(Photo by Clarens SIFFROY / AFP)Los enfrentamientos entre la Policía y las bandas armadas se intensifican, dejando un rastro de violencia y muerte por las calles de la ciudad. Muchos de los cuerpos hallados muestran signos de haber sido quemados, reflejando la brutalidad de los enfrentamientos.
Petion-ville, particularmente en el área de Haut-Delmas, ha sido escenario de numerosas escenas desgarradoras. El reciente hallazgo de los restos de una docena de personas que acompañaban al jefe de la banda de Delmas 95, conocido como Ti Greg, quien fue abatido por la Policía, ha agravado la situación en la zona.
Las imágenes de cuerpos carbonizados y apilados en las calles contrastan con la aparente normalidad de la vida cotidiana de los residentes, que transitan entre los restos humeantes. Los servicios municipales se esfuerzan por recolectar los cuerpos y llevarlos a un lugar de descanso final.
La violencia en Haití ha alcanzado niveles alarmantes en los últimos meses, exacerbada por la fuga masiva de presos de las cárceles de la capital y la creciente influencia de las bandas armadas en la vida diaria de los ciudadanos.
Además de la violencia, Haití enfrenta una crisis humanitaria y alimentaria sin precedentes. Más de la mitad de la población haitiana, aproximadamente 4.97 millones de personas, se enfrentan a la inseguridad alimentaria aguda, con 1.64 millones en niveles de "emergencia". La falta de acceso a alimentos básicos se suma a la escasez de suministros médicos y la dificultad para brindar atención sanitaria en un entorno controlado por bandas armadas.
Las organizaciones internacionales, como el Programa Mundial de Alimentos y la Organización Mundial de la Salud, han lanzado un llamado urgente a la comunidad internacional para que brinde apoyo financiero y humanitario a Haití en medio de esta crisis sin precedentes. La vida en la capital haitiana sigue marcada por el terror y la incertidumbre, con miles de personas desplazadas buscando desesperadamente un refugio seguro en medio del caos y la violencia.