Las bandas atacaron el puerto de Puerto Príncipe y vaciaron los contenedores, tanto de mercancía privada como de los organismos internacionales.Vídeos compartidos en redes sociales muestran a cientos de personas saqueando decenas de contenedores en este puerto, ubicado en un barrio controlado por el grupo armado de Jimmy Cherizier, alias "Barbecue".
Uno de los contenedores afectados pertenecía al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y contenía suministros esenciales para la niñez. Este acto vandálico agrava aún más la crisis sanitaria en Haití, que ya enfrenta un sistema de salud colapsado, según un comunicado emitido por Unicef.
El contenedor saqueado contenía artículos vitales para la supervivencia de madres, recién nacidos y niños, incluyendo equipos médicos y suministros esenciales para el desarrollo y la educación temprana. El representante de Unicef en Haití, Bruno Maes, condenó este acto como una violación de los derechos de los niños y urgió a detener el saqueo y garantizar un acceso humanitario seguro.
Maes también destacó el cierre de centros de salud debido a preocupaciones de seguridad, lo que agrava la situación para los niños que necesitan atención médica urgente. Advierte que la crisis humanitaria empeorará si no se detiene la violencia y se restablecen los canales logísticos esenciales.
El puerto de Puerto Príncipe ya había sido objeto de ataques la semana pasada, cuando grupos armados cortaron una ruta crucial de acceso para alimentos y suministros a la capital, en medio de una creciente crisis política, social y económica en el país.
Se informa que más de 260 contenedores de organizaciones humanitarias están actualmente bajo control de grupos armados en el puerto, administrado por Caribbean Port Services (CPS). La escalada de violencia en la zona metropolitana de Puerto Príncipe ha generado ataques contra instituciones y empresas tanto públicas como privadas.
Ante esta situación, se ha alcanzado un acuerdo para la creación de un consejo presidencial de transición en Haití, con el objetivo de preparar el terreno para elecciones presidenciales y la designación de un nuevo primer ministro. Sin embargo, la incertidumbre y la violencia persisten, amenazando con empeorar aún más la crisis en el país caribeño.