Los bomberos extinguen un gran incendio en la sala de conciertos Crocus City Hall tras el tiroteo en Krasnogorsk, en las afueras de Moscú, el 22 de marzo de 2024.
Durante las operaciones de búsqueda, los investigadores han encontrado dos carabinas Saiga, más de 500 cartuchos y 28 cargadores que los atacantes abandonaron en el lugar antes de darse a la fuga.
Por otro lado, las autoridades han comenzado a presentar ante los tribunales a los sospechosos detenidos. Uno de ellos, Dalerjon Barotovich Mirzoev, compareció ante el Tribunal Basmani de Moscú, donde la jueza Elena Lenskaya dictó prisión provisional hasta el 2 de mayo. Mirzoev está acusado del delito de atentado terrorista de un grupo organizado de personas con resultado de muerte, tipificado en el Artículo 205.3B del Código Penal ruso, que contempla penas de hasta cadena perpetua.
Saidakrami Murodali Rachabalizoda, otro de los sospechosos, también será puesto bajo custodia del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) tras comparecer ante el tribunal. La vista se ha llevado a cabo a puerta cerrada por motivos de seguridad.
Este atentado, considerado el peor en la historia contemporánea de la capital rusa, supera en número de víctimas a la crisis del secuestro del teatro Dubrovka en 2002, perpetrado por separatistas chechenos, que dejó 132 rehenes fallecidos tras una intervención de las fuerzas de seguridad rusas.