El excantante, de 35 años, fue encontrado culpable en 2016 de dos cargos de violación, así como de filmar en secreto encuentros sexuales con mujeres sin su consentimiento y de difundir esas imágenes. A su salida de la cárcel de Mokpo, ubicada a unos 350 km de Seúl, Jung Joon-young optó por no hacer declaraciones a la prensa, cubriéndose con un sombrero negro y una máscara, según informó la agencia de noticias News1.
El término "molka", utilizado para referirse a las cámaras ocultas en coreano, ha sido el centro de numerosos escándalos en Corea del Sur, siendo utilizadas para grabar secretamente a mujeres en diversas situaciones, incluyendo encuentros íntimos sin su consentimiento.
El caso de Jung Joon-young es solo uno de los muchos escándalos sexuales que han sacudido Corea del Sur en los últimos años, en gran parte desencadenados por el movimiento #MeToo. Jung Joon-young alcanzó la fama en 2012 tras su aparición en un programa de televisión y disfrutó de éxito en su carrera como solista antes de que estallara el escándalo a principios de 2019.