Entre la multitud, se escuchan los nombres de los reclusos que esperan ver entre los trasladados, una esperanza en medio de la incertidumbre que domina el ambiente. Sin embargo, la falta de comunicación por parte de las autoridades ha dejado a muchos en la oscuridad, sin saber si sus seres queridos están vivos o muertos.
Las historias de angustia son numerosas entre los familiares presentes. Algunos relatan las últimas comunicaciones con sus parientes dentro de la cárcel, describiendo el peligro y la desesperación que enfrentaban en medio del incendio. Otros expresan su frustración por la falta de información y la sensación de impotencia ante la situación.
Mientras tanto, los bomberos continúan trabajando arduamente para controlar el fuego, y las autoridades se esfuerzan por brindar detalles sobre lo ocurrido. Sin embargo, la incertidumbre persiste entre los familiares de los reclusos, quienes claman por respuestas y anhelan que sus seres queridos estén a salvo. La tragedia en la cárcel La Victoria ha dejado un profundo impacto en la comunidad, recordándonos la fragilidad de la vida y la importancia de la solidaridad en momentos de crisis.