
Por Alfonso Alvarez, www.laspalomastv.com
30 de marzo del 2024.
El desperdicio de alimentos no solo es un fracaso moral, sino también ambiental. Produce cinco veces más emisiones de CO2 que la aviación y requiere enormes extensiones de tierra que podrían destinarse a cultivos útiles. Las empresas, los hogares y el comercio minorista son responsables de este derroche, siendo los hogares el mayor contribuyente con el 60% del total.
El problema se agrava debido a la mala gestión de las compras, cálculos incorrectos de las porciones y malentendidos sobre las fechas de caducidad. Además, en los países en vías de desarrollo, gran parte de los alimentos se pierden durante el transporte o debido a la falta de refrigeración.
El desperdicio de alimentos no es exclusivo de los países ricos; es un problema global. Y sus efectos son devastadores, tanto para las personas como para el planeta. Aproximadamente el 30% de la tierra destinada al uso agrícola se pierde debido a este derroche, convirtiéndose en el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero a nivel mundial. Urgen medidas para abordar este problema y garantizar la seguridad alimentaria para todos.