
Según el Ministerio de Sanidad gazatí, en las últimas 24 horas se han producido cuatro masacres contra familias, resultando en 38 muertes y 71 heridos en hospitales. La situación humanitaria en la región es alarmante, con más de 75,886 heridos y aproximadamente 7,000 personas aún atrapadas bajo los escombros.
La Organización Mundial de la Salud ha descrito el estado de los hospitales en Gaza como desolador, con instalaciones gravemente dañadas y sin pacientes debido a los intensos bombardeos. Además, la falta de suministros médicos y la escasez de personal médico han empeorado la situación.
Los ataques aéreos y bombardeos de artillería israelíes continúan causando estragos en la Franja, con informes de civiles palestinos muertos y heridos en las ciudades sureñas de Jan Yunis y Rafah. A pesar de la retirada de las tropas israelíes del sur de Gaza, la violencia persiste y la población civil sigue siendo la más afectada.
Organizaciones humanitarias y la ONU han denunciado el uso de la violencia indiscriminada por parte de Israel, así como el uso de la privación de alimentos como arma de guerra. Más de 677,000 gazatíes sufren inseguridad alimentaria "catastrófica", y miles de niños padecen malnutrición y desnutrición aguda, lo que constituye una crisis humanitaria sin precedentes.