El expresidente Donald Trump espera el inicio de su juicio en un tribunal de Manhattan, el lunes 22 de abril de 2024, en Nueva York.
El fiscal Matthew Colangelo argumentó que Trump coordinó este plan para influir en la elección presidencial, calificándolo como fraude electoral puro y simple. Sin embargo, la defensa, representada por el abogado Todd Blanche, argumenta que no hay nada malo en tratar de influir en las elecciones, ya que es parte del proceso democrático.
El juicio, que se considera uno de los más controvertidos en la historia moderna del país, ha generado una intensa atención tanto nacional como internacional. La acusación se basa en la idea de que Trump autorizó a su exabogado personal, Michael Cohen, a realizar pagos para silenciar a personas que podrían perjudicar su campaña electoral.
El testimonio clave proviene de Cohen y otros testigos, incluido David Pecker, expresidente de la empresa editora del National Enquirer, quien compró historias potencialmente dañinas para Trump durante su campaña. Si Trump es declarado culpable, podría enfrentar hasta cuatro años de cárcel y perder su derecho a voto.
El juicio se ha suspendido hasta el martes, pero su resultado podría tener repercusiones significativas, ya que Trump ha expresado su interés en postularse para las elecciones de noviembre. Esto plantea la posibilidad de que un expresidente estadounidense pueda gobernar desde la cárcel, un escenario sin precedentes en la historia del país. Además, Trump enfrenta otras tres causas penales, lo que lo coloca en el centro de la atención legal y política en Estados Unidos.