El humo se eleva después de un ataque israelí en la aldea fronteriza de Tayr Harfa, en el sur del Líbano, el 13 de abril de 2024, en medio de tensiones transfronterizas en curso mientras continúan los combates entre Israel y militantes de Hamás en la Franja de GazaEn medio de la creciente tensión en Oriente Medio, Estados Unidos ha anunciado su posición de rechazo a sumarse a un eventual contrataque israelí contra Irán. El presidente Joe Biden advirtió al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, sobre la necesidad de "pensar cuidadosamente" antes de cualquier escalada en la región.
La Casa Blanca, a través del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dejó claro que no buscan una guerra más amplia con Irán. Esta declaración llega después de que Teherán lanzara más de 300 drones y misiles hacia Israel, hiriendo a 12 personas, en un ataque sin precedentes.
A pesar de ayudar a Israel a repeler el ataque, Estados Unidos ha comunicado que no ofrecerá apoyo militar para ninguna represalia contra Irán. Biden y Netanyahu mantuvieron una conversación durante el momento más crítico de los ataques, donde el presidente estadounidense instó al primer ministro israelí a considerar cuidadosa y estratégicamente los riesgos de una escalada.
El gobierno de Biden también ha estado presionando para poner fin al conflicto en Gaza, mientras continúan las negociaciones entre Hamás e Israel sobre una posible tregua y la liberación de rehenes en manos del grupo islamista palestino. Sin embargo, ambas partes se acusan mutuamente de boicotear las negociaciones.
En este tenso panorama, Estados Unidos se mantiene alerta ante cualquier amenaza iraní a sus tropas y ha dejado claro su compromiso de proteger a su personal y sus intereses en la región. Mientras tanto, la diplomacia sigue siendo una opción sobre la mesa para buscar una solución pacífica a la crisis en Oriente Medio.
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