Antes de la aprobación de la ley en junio de 2023, empresas como Uber, DoorDash, Eats y Grubhub pagaban a estos trabajadores tan solo unos 5.39 dólares la hora, considerándolos contratistas independientes en lugar de empleados, lo que les eximía de pagar un salario mínimo y otros beneficios laborales.
Tras la aprobación de la nueva ley, las empresas intentaron evitar su implementación, pero el tribunal falló a favor de los trabajadores. Desde que el Departamento de Protección al Consumidor comenzó a hacer cumplir el nuevo salario en diciembre de 2023, las aplicaciones han pagado a los repartidores 16.3 millones de dólares más por semana, lo que representa un aumento significativo en sus ingresos.
Sin embargo, los deliveristas han denunciado bloqueos por parte de las aplicaciones, impidiéndoles acceder a la plataforma para trabajar, así como dificultades para recibir sus propinas. Por ello, están instando al Consejo de la ciudad a aprobar medidas de protección que eviten este tipo de represalias y garanticen mejores condiciones laborales para ellos.