Un miembro del ejército israelí pasa junto a un misil balístico iraní, derecha, en la base militar de Julis, cerca de la ciudad de Kiryat Malachi, en el sur de Israel, el 16 de abril de 2024.
Uno de los enfoques posibles mencionados es aumentar los controles para evitar que Irán evada las sanciones estadounidenses en el sector petrolero, dada su capacidad continua para exportar petróleo a pesar de las restricciones existentes. En Bruselas, Josep Borrell anunció el inicio formal de los preparativos para que la UE también imponga sanciones contra Irán.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha indicado que la UE está evaluando sanciones adicionales para contener los programas de drones y misiles de Irán, los mismos dispositivos utilizados en el reciente ataque contra Israel. Además, se está considerando la posibilidad de designar a la Guardia Revolucionaria como grupo terrorista, según funcionarios estadounidenses.
Es importante destacar que, mientras se promueven nuevas sanciones, varios países occidentales han instado a Israel a mostrar contención y evitar una respuesta militar excesiva, dado el riesgo de desencadenar una escalada en el conflicto en Oriente Medio.
En paralelo, el presidente Biden está trabajando para aprobar más ayuda a Israel, Ucrania y Taiwán. Se está considerando un plan propuesto por Mike Johnson para que la ayuda se vote en proyectos de ley separados, lo que podría facilitar su aprobación en el Congreso.
Estos acontecimientos se desarrollan en un contexto político tenso, con la atención puesta en las elecciones presidenciales de noviembre y las posiciones divergentes dentro del Congreso sobre cuestiones como la ayuda a Ucrania. La situación destaca la importancia de abordar las tensiones regionales de manera diplomática y cautelosa para evitar una escalada mayor.