
Utilizando imágenes de alta resolución del instrumento HiRISE a bordo del Orbitador de Reconocimiento de Marte (MRO) de la NASA, los investigadores pudieron relacionar la longitud de la sombra de estos bloques de hielo con su altura, lo que les permitió estimar con precisión el espesor de la nieve y la escarcha depositadas.
Los resultados mostraron que el grosor de la nieve y la escarcha podría alcanzar hasta 1.6 metros hacia finales del invierno marciano, lo que es suficiente para cubrir un automóvil. Además, se descubrió que la contribución de la nieve a la capa estacional es mucho mayor de lo que se pensaba, indicando que las tormentas locales asociadas con grandes acumulaciones de dióxido de carbono pueden ser más frecuentes y violentas de lo estimado anteriormente.
Este estudio también reveló variaciones interanuales en el espesor de la nieve, con un aumento significativo en 2021 en comparación con mediciones anteriores. Estos hallazgos proporcionan información importante sobre el ciclo estacional de deposición y sublimación de dióxido de carbono en Marte, así como sobre las condiciones climáticas en las regiones polares del planeta rojo.