
Según imágenes difundidas por la televisión rusa, Putin fue recibido por funcionarios chinos y una guardia de honor al llegar a Pekín alrededor de las 04H30 locales (20H30 GMT del miércoles).
Este viaje marca el primer desplazamiento al extranjero de Putin desde su reelección en marzo pasado y su segundo viaje en seis meses a China, que es un pilar económico fundamental para Rusia tras las sanciones impuestas por los países occidentales debido a su intervención en Ucrania.
La alianza entre Rusia y China ha fortalecido su relación diplomática y comercial, lo que ha generado preocupación en Estados Unidos. Washington amenaza con sancionar a los bancos chinos vinculados con la maquinaria de guerra rusa, lo que ha afectado al comercio.
Durante su visita, Putin también se reunirá con el primer ministro Li Qiang y viajará a la ciudad de Harbin para participar en una exposición de comercio e inversión.
En cuanto a la guerra en Ucrania, China se presenta como un actor neutral, aunque ha recibido críticas por no haber condenado la invasión rusa. Putin elogió el "genuino deseo" de Pekín de intentar ayudar a resolver la crisis en Ucrania.
Sin embargo, las advertencias de Estados Unidos y la posible imposición de sanciones financieras han afectado al comercio entre China y Rusia, lo que podría hacer que China sea más cautelosa en su cooperación con Rusia, a pesar de los deseos de Moscú.