Los reos serán evaluados para variar sus medidas de coerción o ser excarcelados.En Santo Domingo, las autoridades carcelarias están implementando un proyecto para clasificar a los reclusos que sufren de enfermedades terminales, con el objetivo de presentar sus casos ante los tribunales para una revisión de medidas de coerción o, en algunos casos, su excarcelación debido a su delicada condición de salud.
El proyecto es una colaboración entre la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales (DGSPC) y la Dirección Nacional de la Defensa Pública, dirigido a identificar a los privados de libertad que podrían beneficiarse de una modificación en su situación legal, considerando su estado de salud crítico.
Roberto Hernández Basilio, director general de Servicios Penitenciarios y Correccionales, destacó la importancia de abordar esta población vulnerable dentro del sistema penitenciario. Hernández sostuvo una reunión clave con Elizabeth Rodríguez, coordinadora de la Comisión de Cárceles de la Defensa Pública, para discutir cómo mejor gestionar estos casos urgentes.
“Es fundamental que estos reclusos reciban la atención adecuada y, cuando sea posible, sean trasladados a entornos más adecuados que un centro penitenciario, especialmente aquellos con enfermedades terminales avanzadas o discapacidades motoras”, afirmó Hernández.
Por su parte, Elizabeth Rodríguez explicó que están llevando a cabo un levantamiento detallado de los casos, en colaboración estrecha con el área de salud de la DGSPC, para determinar quiénes cumplen con los criterios establecidos para ser considerados en este proyecto.
Este esfuerzo conjunto busca no solo mejorar las condiciones de vida de los reclusos más vulnerables, sino también reducir el hacinamiento en las cárceles mediante la liberación de aquellos que ya no representan un riesgo para la sociedad debido a su estado de salud.