Juan Orlando Hernández, expresidente de Honduras, durante su juicio en Estados Unidos.El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ha sido condenado a 45 años de prisión en Estados Unidos por asociarse con narcotraficantes y aceptar sobornos para facilitar el tráfico de más de 400 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos durante más de una década. La sentencia fue impuesta por el juez P. Kevin Castel en un tribunal federal de Manhattan, quien además ordenó una multa de 8 millones de dólares.
Durante el juicio, Hernández mantuvo su inocencia, argumentando que fue acusado de manera errónea e injusta. Sin embargo, el jurado y el juez concluyeron que existían pruebas suficientes que demostraban su participación activa en proteger y facilitar las operaciones de narcotraficantes, incluso asociándose con figuras notorias como Joaquín "El Chapo" Guzmán.
El juez Castel describió a Hernández como un político ambicioso y "de dos caras", que utilizó su poder para proteger a un grupo selecto de traficantes mientras simulaba ser un defensor contra el narcotráfico. La sentencia refleja la gravedad de los cargos y busca enviar un mensaje contundente sobre la rendición de cuentas incluso para aquellos en posiciones de poder y estatus elevado.
La condena de Hernández es parte de un largo proceso legal que ha captado la atención tanto en Estados Unidos como en Honduras, marcando un hito en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado en la región centroamericana.