Sabéis muy bien, hermanos, que nuestra visita no fue inútil. A pesar de los sufrimientos e injurias padecidos en Filipos, que ya conocéis, tuvimos valor –apoyados en nuestro Dios– para predicaros el Evangelio de Dios en medio de fuerte oposición. Nuestra exhortación no procedía de error o de motivos turbios, ni usaba engaños, sino que Dios nos ha aprobado y nos ha confiado el Evangelio, y así lo predicamos, no para contentar a los hombres, sino a Dios, que aprueba nuestras intenciones. Como bien sabéis, nunca hemos tenido palabras de adulación ni codicia disimulada. Dios es testigo. No pretendimos honor de los hombres, ni de vosotros, ni de los demás, aunque, como apóstoles de Cristo, podíamos haberos hablado autoritariamente; por el contrario, os tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos. Os teníamos tanto cariño que deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque os habíais ganado nuestro amor.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 138,1-3.4-6
R/. Señor, tú me sondeas y me conoces
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (23,23-26):
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad! Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera.»
Palabra del Señor.
MENSAJES:
📖 Primera lectura: 1 Tesalonicenses 2,1-8
San Pablo recuerda a los tesalonicenses que su misión no estuvo movida por intereses humanos ni engaños, sino por la fidelidad a Dios que le confió el Evangelio. Les predicó con valentía, a pesar de la oposición, y con ternura, como una madre que cuida a sus hijos. El apóstol nos enseña que anunciar a Cristo no es un acto de conveniencia, sino de entrega sincera y amor profundo por los demás.
👉 MENSAJE ESPIRITUAL: El verdadero discípulo de Cristo debe anunciar el Evangelio con transparencia, amor y entrega, sin buscar aplausos humanos, sino la aprobación de Dios.
📖 Salmo 138 (139)
El salmista reconoce que Dios lo conoce en lo más íntimo: sus pensamientos, palabras y caminos. Nada está oculto ante el Señor, que lo rodea con su presencia y lo cubre con su mano.
👉 MENSAJE ESPIRITUAL: Vivir conscientes de que Dios nos conoce profundamente nos invita a caminar en la verdad, sabiendo que nada se le oculta al Señor.
📖 Evangelio: Mateo 23,23-26
Jesús denuncia la hipocresía de los fariseos, que cumplen minuciosamente normas externas, pero descuidan lo esencial: la justicia, la compasión y la sinceridad. Advierte que la verdadera pureza comienza desde el interior; si el corazón está limpio, lo externo también lo estará.
👉 MENSAJE ESPIRITUAL: Dios no se complace en apariencias religiosas vacías. Lo que verdaderamente cuenta es un corazón justo, misericordioso y sincero.
🙏 REFLEXION FINAL:
La Palabra de hoy nos invita a vivir una fe auténtica y coherente. Como Pablo, estamos llamados a anunciar el Evangelio con valentía, ternura y entrega desinteresada. El salmo nos recuerda que Dios nos conoce por dentro y nos llama a caminar en la verdad. Y el Evangelio nos advierte que no basta con cumplir ritos externos: lo que realmente agrada al Señor es un corazón limpio, justo y misericordioso.
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