Joe Biden durante su debate con Donald TrumpTras el decepcionante desempeño del presidente Joe Biden en el primer debate presidencial, crece la especulación dentro del Partido Demócrata sobre la posibilidad de buscar un nuevo candidato a menos de cinco meses de las elecciones generales. Aunque Biden ha sido el candidato virtual durante semanas, aún no ha sido oficialmente nominado, lo que deja una pequeña ventana para explorar alternativas tras la debacle del debate.
Voces prominentes dentro del partido, como el legislador Jared Huffman de California, han expresado abiertamente su preocupación sobre la viabilidad de la candidatura de Biden después de una noche desfavorable. Huffman destacó la necesidad de un examen de conciencia dentro del partido y el enfoque en encontrar la mejor estrategia para derrotar al ex presidente Donald Trump.
Otros legisladores demócratas, como Chuy García de Illinois y Stephen Lynch de Massachusetts, también han planteado la discusión sobre la posibilidad de un cambio de candidato, señalando la responsabilidad de Biden y su esposa Jill Biden de tomar decisiones en el mejor interés del partido y del país.
Internamente, se ha comenzado a mencionar a varios gobernadores demócratas como posibles sustitutos, incluidos Gretchen Whitmer de Míchigan, Tim Walz de Minnesota, Roy Cooper de Carolina del Norte, Josh Shapiro de Pensilvania y especialmente Gavin Newsom de California. Sin embargo, la falta de un consenso claro sobre un sucesor potencial y el tiempo limitado para realizar una transición complican cualquier movimiento hacia un cambio de candidato.
Desde el Partido Republicano, algunas figuras como el excandidato presidencial Vivek Ramaswamy sugieren que los demócratas podrían estar preparando un cambio estratégico después del debate. Ramaswamy insinuó que el debate fue un último obstáculo para Biden antes de asegurar la nominación, lo que podría haber sido planificado para evaluar su desempeño.
Según Grant Reeher, politólogo de la Maxwell School of Citizenship & Public Affairs, cambiar de candidato sería técnicamente posible bajo las reglas del Partido Demócrata si Biden decidiera retirarse voluntariamente. Sin embargo, cualquier movimiento en esta dirección implicaría una gran agitación dentro del partido y podría enviar señales de falta de cohesión a los votantes, un riesgo considerable a tan pocos meses de las elecciones.
Biden, por su parte, ha negado cualquier intención de retirarse, subrayando su determinación y convicción de que puede cumplir con las responsabilidades del cargo presidencial. A pesar de las presiones internas y las críticas externas, parece que el camino hacia un cambio de candidato sigue siendo incierto y lleno de obstáculos políticos y logísticos significativos.