La policía presenta ante los medios a Juan José Zúñiga, comandante general del Ejército de Bolivia que fue relevado de su cargo, en La Paz, Bolivia, el miércoles 26 de junio de 2024Un juez boliviano ha ordenado que el exjefe militar, Juan José Zúñiga, acusado de liderar un intento de golpe de Estado fallido, sea enviado a una prisión de máxima seguridad cerca de La Paz en espera de juicio. Junto a Zúñiga, también se ordenó la prisión preventiva para el excomandante de la Armada, vicealmirante Juan Arnez, y el oficial Edisión Irahola, como parte de los 21 detenidos por su presunta participación en el evento del pasado miércoles.
El procurador general de Bolivia, César Siles, informó que Zúñiga enfrenta cargos graves como alzamiento armado y terrorismo, con penas que podrían alcanzar entre 15 y 30 años de prisión. Las detenciones se produjeron después de que un grupo militar, incluyendo vehículos blindados, intentara tomar el palacio de gobierno en La Paz, un acto que las autoridades calificaron como un intento de golpe de Estado.
Familiares de los detenidos expresaron preocupación por las amenazas recibidas desde las detenciones y defendieron que los militares estaban cumpliendo órdenes como parte de un ejercicio militar. Mientras tanto, el gobierno boliviano ha intensificado sus esfuerzos para investigar y enjuiciar a quienes considera responsables del intento de subversión, enfatizando la necesidad de garantizar que no se repitan eventos similares en el futuro.
El caso ha generado una intensa división pública y política en Bolivia, con acusaciones cruzadas entre el gobierno y la oposición sobre la veracidad de los eventos y la motivación detrás de ellos, exacerbando tensiones en un contexto de crisis política y social en el país.