El presidente de Argentina, Javier MileiEl presidente de Argentina, Javier Milei, ha impulsado una controvertida propuesta legislativa que busca reducir la edad de imputabilidad penal de los menores de 16 a 13 años. Esta medida forma parte de un endurecimiento de la política criminal en respuesta al aumento de la criminalidad juvenil, una de las principales preocupaciones del país. Según el Ministerio de Justicia, esta nueva ley tiene como objetivo combatir el crecimiento del crimen organizado que utiliza a niños y adolescentes para cometer delitos, eludiendo así la responsabilidad penal.
Tras la aprobación de reformas económicas en el Congreso, Milei ha argumentado que la ley penal juvenil vigente, establecida en la década de 1980, no se ajusta a la realidad actual de la juventud argentina. Bajo la nueva normativa propuesta, los menores de 13 a 18 años que cometan delitos cumplirán sus condenas en establecimientos especiales, separados de las prisiones convencionales y bajo supervisión especializada.
El proyecto contempla que las penas máximas no superen los 20 años y permite al tribunal considerar medidas alternativas después de cumplir dos tercios de la condena. Sin embargo, ha generado críticas significativas, especialmente de organismos como UNICEF, que argumentan que reducir la edad de punibilidad podría representar un retroceso en términos de derechos humanos y no ser efectivo para combatir la inseguridad.
El debate en el Congreso promete ser intenso, dado el desacuerdo entre el oficialismo y los partidos progresistas y de izquierda. Aunque el gobierno deberá buscar consensos para aprobar esta ley, la propuesta refleja la urgencia percibida por enfrentar la criminalidad juvenil en Argentina, una preocupación que rivaliza con temas como la inflación y el desempleo en la agenda nacional.