Una fotografía sin fecha y sin ubicación distribuida por el Ministerio del Interior peruano muestra a soldados destruyendo una plantación ilegal de plantas de coca en la región peruana del VRAEM (el acrónimo significa Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro).Perú ha erradicado más de 6,000 hectáreas de cultivos ilegales de hoja de coca entre enero y junio de 2024, según informó el Ministerio del Interior. Esta acción ha evitado la potencial producción de 55,2 toneladas de clorhidrato de cocaína, la principal droga derivada de la hoja de coca.
El país, uno de los mayores productores mundiales de hoja de coca, tiene previsto eliminar unas 25,000 hectáreas de estos cultivos en 2024, superando las 22,500 hectáreas erradicadas en 2023. La presidenta Dina Boluarte ha reiterado el compromiso del gobierno en la lucha contra el narcotráfico, la pobreza, la corrupción, la desigualdad y la inseguridad.
Según datos de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida Sin Drogas (Devida), en 2022 había unas 95,000 hectáreas de coca cultivadas en el país, frente a las 80,000 de 2021. Aunque el cultivo de hoja de coca es legal para usos tradicionales y medicinales, se estima que el 90% de la producción anual se destina al narcotráfico.
El gobierno peruano enfrenta el desafío adicional de los remanentes de la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso, que protegen al narcotráfico. A pesar de los esfuerzos militares, estos grupos aún no han sido completamente derrotados.
Se calcula que alrededor de seis millones de peruanos utilizan la hoja de coca para consumo legal. Perú, junto con Bolivia y después de Colombia, es uno de los mayores productores de hoja de coca en el mundo, con una producción anual de unas 400 toneladas de cocaína. En 2023, la policía peruana decomisó e incineró alrededor de 100 toneladas de drogas y desmanteló 119 organizaciones criminales relacionadas con el narcotráfico.