Víctimas heridas de un atentado cometido ayer por una atacante suicida recibe atención médica en un hospital de Maiduguri, Nigeria.En un trágico episodio, al menos 18 personas perdieron la vida y unas cuarenta resultaron heridas en una serie de ataques suicidas perpetrados por mujeres en Gwoza, una ciudad del noreste de Nigeria. Los atentados ocurrieron durante una ceremonia de boda y en otros lugares cercanos, marcando un doloroso recordatorio del persistente peligro que representa el grupo yihadista Boko Haram en la región.
Gwoza, una ciudad que sufrió la ocupación de Boko Haram en 2014 antes de ser recapturada en 2015 por las fuerzas nigerianas con el apoyo de Chad, ha vuelto a ser escenario de violencia. Los ataques del sábado pasado incluyeron explosiones en una ceremonia nupcial y cerca de un hospital, así como un ataque contra un puesto de seguridad, donde también perdió la vida un soldado.
El presidente nigeriano, Bola Ahmed Tinubu, condenó enérgicamente los ataques, calificándolos como actos terroristas destinados a sembrar el miedo y el caos. Prometió no permitir que Nigeria caiga en un estado de terror y aseguró que se tomarán medidas para garantizar la seguridad y protección de los ciudadanos.
Boko Haram, conocido por el uso de mujeres como atacantes suicidas, ha sido responsable de numerosos actos de violencia en la región fronteriza con Camerún, aunque este modus operandi había disminuido en los últimos tiempos. El grupo sigue representando una grave amenaza para la seguridad y estabilidad en el noreste de Nigeria, con un historial de secuestros, asesinatos y otros actos violentos que han causado estragos en la población civil y desplazado a miles de personas.
La violencia yihadista en la región ha cobrado la vida de más de 40,000 personas y ha obligado a millones a desplazarse desde que comenzaron los enfrentamientos hace más de 15 años. Organizaciones internacionales como Naciones Unidas han condenado estos ataques y ofrecido su apoyo a las autoridades locales en sus esfuerzos por mantener la seguridad y la estabilidad en la región afectada.