Una persona avanza encima de un carro alegórico durante un desfile del Orgullo Gay que marca la culminación del mes del Orgullo LGBTQ+, el sábado en Ciudad de Guatemala.El pasado sábado, ciudades desde México hasta Chile se vistieron de color y música para conmemorar las tradicionales marchas del orgullo LGBTQ+, eventos que no solo celebran la diversidad, sino que también sirven como plataforma para exigir más derechos y poner fin a la estigmatización y violencia que enfrenta esta comunidad en muchos países de la región.
En Ciudad de México, decenas de miles de personas se congregaron entre carrozas, plumas y banderas del arco iris, coreando consignas como "ni enfermos ni criminales". Este evento no solo es una festividad, sino también un recordatorio de la lucha continua por la igualdad, inspirada en la revuelta de Stonewall Inn en Nueva York en 1970, que marcó el inicio de estas manifestaciones a nivel global.
En Chile, este año se conmemoraron 25 años desde la despenalización de la homosexualidad, un hito que ha permitido avances significativos como el matrimonio y la adopción para parejas del mismo sexo. Sin embargo, líderes como Rolando Jiménez de Movilh señalan un aumento en los casos de homofobia y transfobia, destacando la importancia de mantener y defender los derechos ya obtenidos.
Mientras tanto, en países como Ecuador y Perú, las marchas fueron marcadas por la demanda de paz y el rechazo a políticas discriminatorias. En Ecuador, la coordinadora Diane Rodríguez pidió un alto a la violencia que ha cobrado la vida de 27 personas LGBTQ+ en los primeros seis meses del año. En Perú, la comunidad celebró la reversión de un decreto que categorizaba erróneamente a identidades de género como enfermedades mentales.
En Paraguay, miles exigieron la aprobación de una ley antidiscriminación estancada en el Congreso desde hace dos décadas. Estas manifestaciones son un recordatorio de que, a pesar de los avances, la lucha por los derechos LGBTQ+ continúa en muchas partes de América Latina.
Las marchas del orgullo no solo celebran la identidad y la diversidad, sino que también son un llamado a la acción para construir sociedades más inclusivas y respetuosas con todos sus ciudadanos, sin importar su orientación sexual o identidad de género.