Un estudio de la Facultad de Salud y Ciencias de la Vida de la Universidad de Aston, realizado para la firma Scrap Car Comparison, ha revelado que el interior de los automóviles puede tener niveles de gérmenes mucho más altos que los de un inodoro promedio. Las investigaciones encontraron que los vehículos, en particular los más antiguos, acumulan bacterias nocivas, como E. coli y Staph Aureus, en áreas de alto contacto como el volante, el salpicadero y el maletero.
Puntos críticos de contaminación
Maletero: Los niveles de bacterias en el maletero son alarmantemente altos, con una alta probabilidad de encontrar cepas de E. coli, comúnmente asociadas con la materia fecal. Esto puede ser un riesgo si se dejan alimentos o se consumen comidas en esta área.
Asientos y reposacabezas: Los asientos son un caldo de cultivo para gérmenes debido a la acumulación de partículas de polvo, migas y residuos. Las manchas difíciles pueden requerir soluciones como agua carbonatada.
Alfombrillas: Acumulan suciedad y residuos que pueden ser limpiados con bicarbonato de sodio y una aspiradora.
Salidas de aire: La acumulación de polvo en las rejillas de ventilación puede ser eliminada con aire comprimido y un paño húmedo.
Portavasos: Los portavasos deben limpiarse regularmente con un paño húmedo y un cepillo de dientes para evitar residuos pegajosos.
Volante y manijas de las puertas: Las áreas de alto contacto deben ser desinfectadas con soluciones que incluyan alcohol isopropílico para mantener un ambiente libre de gérmenes.
Recomendaciones de limpieza
Para mantener el interior del automóvil limpio y reducir el riesgo de exposición a bacterias, los especialistas de Carlease sugieren varias medidas prácticas:
Asientos y reposacabezas: Aspira los asientos y limpia con una solución de agua tibia y detergente. Usa agua carbonatada para manchas difíciles.
Alfombrillas: Aspira bien las alfombrillas y usa bicarbonato de sodio para refrescar las fibras.
Salidas de aire: Usa un cepillo o aire comprimido para limpiar las rejillas de ventilación.
Portavasos: Limpia con un paño y un cepillo de dientes. Usa toallitas desinfectantes semanalmente.
Maletero: Vacía y limpia el maletero con una mezcla de agua y vinagre. Usa posos de café o cáscaras de naranja para eliminar olores persistentes.
Volante y manijas de las puertas: Desinfecta con una solución de alcohol isopropílico diluido en agua.
Estos pasos no solo ayudan a mantener el vehículo más limpio y seguro, sino que también previenen la proliferación de bacterias, especialmente en épocas de calor, cuando los gérmenes tienden a multiplicarse más rápidamente.
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