El mar Mediterráneo ha registrado temperaturas récord, alcanzando hasta 31,8°C cerca de las islas Baleares y más de 30°C en las aguas de Córcega. Este fenómeno ha generado gran preocupación por sus efectos en los ecosistemas marinos y el clima en general, explica el oceanólogo francés Jean-Pierre Gattuso.
Definición y causas
Jean-Pierre Gattuso define una ola de calor marina como un periodo en el que las temperaturas del agua superan significativamente los niveles normales para la temporada. Actualmente, se están observando temperaturas sin precedentes, como la medición reciente de 29,4°C en Villefranche-sur-Mer, que supera el récord anterior de 29,2°C registrado en 2022. Este aumento de temperatura se debe tanto a las olas de calor en el aire como a la falta de viento, que impide la mezcla del agua superficial caliente con las aguas más frías del fondo.
Impacto en los ecosistemas marinos
Desplazamiento de especies: El calentamiento progresivo del Mediterráneo ha provocado el movimiento de especies del sur hacia el norte. Especies tropicales y subtropicales también están entrando al Mediterráneo a través del Canal de Suez y el Estrecho de Gibraltar. Entre las nuevas especies en la región se encuentran la barracuda y el pez león, que pueden desplazar a las especies autóctonas.
Mortalidad masiva: Las olas de calor marinas causan mortalidad masiva de diversas especies marinas. Corales, gorgonias, erizos de mar, ostras y mejillones son particularmente vulnerables a las altas temperaturas. Las algas filamentosas también proliferan con el calor extremo, asfixiando a los invertebrados que viven en el fondo marino, lo que contribuye a la disminución de la biodiversidad.
Alteración de la cadena alimentaria: El aumento de la temperatura del agua afecta la cadena alimentaria en el ecosistema marino, aunque las consecuencias exactas para la pesca comercial aún no están claras.
Efectos en el clima
Las altas temperaturas del agua marina intensifican las tormentas en las zonas templadas y los ciclones en las regiones tropicales. El aumento de la evaporación debido al agua caliente incrementa la humedad en el aire, lo que puede resultar en precipitaciones extremadamente intensas, como ocurrió con la tormenta Alex en la región de Niza y Mentón en 2020.
Perspectivas futuras
Estas olas de calor marinas, cada vez más frecuentes y severas, son un reflejo del calentamiento global y de las altas concentraciones de gases de efecto invernadero. La comunidad científica sigue monitorizando estos fenómenos y sus impactos en los ecosistemas y el clima global, subrayando la necesidad de medidas para mitigar el cambio climático y proteger los ecosistemas marinos.
Por Alfonso Alvarez para, www.laspalomastv.com