La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata presidencial demócrata para 2024, Kamala Harris.Chicago, 23 de agosto de 2024
En un discurso pronunciado durante la convención demócrata en Chicago, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, afirmó que el país puede tanto regularizar a los más de once millones de migrantes indocumentados como fortalecer la seguridad en la frontera con México. Esta declaración marca un enfoque dual en la reforma migratoria, que ha sido un tema candente en la política estadounidense.
Harris, quien busca la reelección como vicepresidenta en la campaña de 2024, hizo un llamado a reformar el sistema migratorio del país, describiendo esta acción como una forma de honrar la herencia de Estados Unidos como nación de inmigrantes. “Creo que podemos hacerle justicia a nuestra herencia como nación de migrantes y reformar nuestro sistema de migración roto,” aseguró Harris ante una multitud entusiasta que la ovacionó.
Una de las promesas clave de Harris es revivir y codificar en la ley un controvertido pacto migratorio alcanzado de manera bipartidista durante la administración anterior. Este acuerdo, que no logró superar el proceso legislativo, incluía algunas de las mayores restricciones al sistema de asilo en años. Harris se comprometió a traer de vuelta el proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza, que había sido respaldado en su momento por el sindicato de la Patrulla Fronteriza.
Sin embargo, el acuerdo había sido criticado por organizaciones de derechos humanos por no ofrecer un camino claro hacia la legalización para los migrantes ya presentes en EE.UU., ni para aquellos que buscan entrar al país. Durante su discurso, Harris no especificó cómo abordaría el tema de la ciudadanía para los migrantes indocumentados.
Esta postura representa un cambio con respecto a la campaña del presidente Joe Biden en 2020, quien se enfocó en contrastar sus políticas migratorias con las del expresidente Donald Trump, prometiendo restaurar el sistema de asilo. Desde que el proyecto de ley que Harris ahora promete revivir fracasó, la administración Biden ha implementado restricciones similares por vía ejecutiva, limitando las posibilidades de solicitar asilo para quienes crucen la frontera de manera irregular.
La retórica de Harris y las medidas adoptadas por el gobierno demócrata responden a la presión del Partido Republicano y a la posibilidad de una reñida competencia electoral en noviembre. Estas acciones han llevado a una disminución en el número de cruces irregulares a su punto más bajo en cuatro años, aunque la situación sigue siendo compleja.
Hasta la fecha, cientos de miles de personas han llegado a la frontera sur de EE.UU. en busca de mejores oportunidades y huyendo de crisis en países como Venezuela, Nicaragua y Haití. En el contexto más amplio, más de 21 millones de personas están actualmente desplazadas en el continente americano, según datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).