Se han activado planes de evacuación en áreas vulnerables, especialmente en viviendas en mal estado o cerca de zonas propensas a inundaciones, como ríos, presas y costas. En la Isla de la Juventud, ubicada a 50 kilómetros de la isla principal, se han habilitado tres centros de evacuación.
En Pinar del Río, se han identificado a unas 21.000 personas que podrían necesitar protección, y alrededor de 18.000 de ellas serán albergadas en casas de amigos o familiares. Las autoridades también están tomando medidas para proteger la cosecha agrícola y los recursos almacenados.
A su vez, el Ministerio de Transporte ha informado que se suspenderán los autobuses interprovinciales y los servicios de trenes desde el martes. Los meteorólogos cubanos han alertado sobre la alta probabilidad de que Rafael se convierta en un huracán de categoría 1 a medida que se desplace hacia el oeste. Además, las fuertes lluvias ya afectan varias provincias del oriente del país, lo que agrava aún más la situación.
El Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología (Insmet) ha señalado que la temporada ciclónica, que va del 1 de junio al 30 de noviembre, será especialmente activa este año, con hasta 20 tormentas tropicales posibles, de las cuales al menos 11 podrían convertirse en huracanes. Esta actividad ciclónica se una a la tragedia reciente de la tormenta Óscar, que hace dos semanas provocó muertes y graves daños en la provincia de Guantánamo.