Recuérdales que se sometan al gobierno y a las autoridades, que los obedezcan, que estén dispuestos a toda forma de obra buena, sin insultar ni buscar riñas; sean condescendientes y amables con todo el mundo. Porque antes también nosotros, con nuestra insensatez y obstinación, íbamos fuera de camino; éramos esclavos de pasiones y placeres de todo género, nos pasábamos la vida fastidiando y comidos de envidia, éramos insoportables y nos odiábamos unos a otros. Mas cuando ha aparecido la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor al hombre, no por las obras de justicia que hayamos hecho nosotros, sino que según su propia misericordia nos ha salvado, con el baño del segundo nacimiento y con la renovación por el Espíritu Santo; Dios lo derramó copiosamente sobre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro Salvador. Así, justificados por su gracia, somos, en esperanza, herederos de la vida eterna.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 22,1-3a.3b-4.5.6
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,11-19):
Palabra del Señor.
MENSAJES:
MENSAJE ESPIRITUAL DE LA PRIMERA LECTURA:
En la carta de San Pablo a Tito, se nos invita a vivir en humildad y obediencia, renunciando a las actitudes de odio, envidia y egoísmo que nos alejan de Dios y de los demás. San Pablo nos recuerda que la salvación no llega por nuestros méritos, sino por la misericordia de Dios, que nos regenera y renueva en el Espíritu Santo. Al ser justificados por Su gracia, nos convertimos en herederos de la vida eterna, llamados a vivir con bondad ya extender esa misma misericordia hacia los demás.
MENSAJE ESPIRITUAL DEL SALMO:
El Salmo 22 nos lleva a confiar plenamente en Dios como nuestro Pastor, quien nos cuida y nos guía. Aun en los momentos de oscuridad, Su presencia nos da paz y seguridad. Nos invita a descansar en Su bondad ya confiar en que Su amor y Su misericordia nos acompañarán siempre. Vivir con esta fe nos asegura una comunión eterna con DIOS.
MENSAJE ESPIRITUAL DEL EVANGELIO:
En el Evangelio de Lucas, Jesús sana a diez leprosos, pero solo uno, un samaritano, regresa para darle gracias y alabar a Dios. Jesús la importancia de la gratitud y la fe, recordándonos que no basta con recibir sus bendiciones; Debemos reconocer su obra y darle gloria. La actitud de agradecimiento del samaritano no solo le devuelve la salud física, sino que le asegura una salvación profunda, recordándonos que la fe y la gratitud son caminos hacia la verdadera sanación y el encuentro con Dios.
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