Desde hace más de dos meses, el ingeniero aeroespacial alemán Rüdiger Koch , de 59 años, reside a 11 metros de profundidad en el mar Caribe, dentro de una cápsula conectada a una casa flotante futurista. Su objetivo es doble: romper el récord Guinness de la mayor cantidad de días vividos bajo el agua sin despresurización y demostrar que es posible habitar los océanos de manera sostenible.
Una vida bajo el agua
La cápsula submarina, de 30 metros cuadrados , está equipada con elementos básicos que le permiten a Koch llevar una vida cómoda y funcional. Cuenta con una cama, una computadora, una bicicleta estática, ventiladores y un televisor. Aunque no dispone de ducha, sí tiene un inodoro portátil. La energía que utiliza proviene de paneles solares , complementada con un pequeño generador eléctrico, y el acceso a internet satelital le permite mantenerse conectado al mundo exterior.
Koch sigue una rutina diaria estricta:
- Se despierta a las 6:00 am, revisa las noticias y trabaja en diversos proyectos.
- Prepare su desayuno y realice labores de mantenimiento dentro de su cápsula.
- En sus momentos de ocio, disfruta de su libro favorito, “20,000 Leguas de Viaje Submarino” de Julio Verne, una obra que ha inspirado su aventura.
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