Por Alfonso Alvarez, www.laspalomastv.com
02 de noviembre del 2024
Un día de respeto y comunión familiar
En esta fecha, la atmósfera de los cementerios se transforma en un espacio de respeto y amor, donde se limpian las lápidas y se embellecen los panteones, reflejando un vínculo que trasciende la vida. Esta tradición no solo es un acto de respeto, sino un momento para que las familias compartan historias y fortalezcan lazos al recordar a sus seres queridos.
Origen de una tradición milenaria
El Día de los Fieles Difuntos tiene sus inicios en el año 998, cuando San Odilón, abad de Cluny, desarrolló la costumbre de hacer memoria de todos los difuntos el día posterior a la celebración de Todos los Santos. La práctica se extendió y fue adoptada oficialmente por Roma en el siglo XIV. Fray Miguel Ángel Gullón, dominico, explicó a Listín Diario que la celebración no es una despedida de los muertos, sino un reconocimiento de su vida y una plegaria por ellos: “No les celebramos como difuntos, sino como vivos en el Señor. Festejamos la trayectoria de sus vidas que siguió a Jesús mientras estuvo en la tierra”.
Diferencia con el Día de Todos los Santos
Fray Gullón subrayó la distinción entre las dos fechas cercanas: mientras que el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, está dedicado a quienes han alcanzado la santidad y gozan de la vida eterna, el 2 de noviembre está enfocado en aquellos que aún necesitan de nuestras oraciones y sufragios para alcanzar la plenitud del Reino de Dios. “El Día de los Fieles Difuntos nos recuerda a aquellos que aún necesitan de nuestras oraciones para alcanzar la plenitud del Reino de Dios”, indicó.
Los símbolos: velas y flores, portadores de luz y esperanza
Las velas, que iluminan las tumbas en esta fecha, simbolizan la luz de Cristo resucitado, la promesa de la vida eterna que vence la oscuridad de la muerte. Las flores, por su parte, son ofrendas de amor y esperanza, recordando a los vivos que la vida sigue más allá de la muerte. Estos elementos reflejan la creencia en la resurrección y el deseo de que el alma de los fieles difuntos encuentre paz y luz en su camino hacia Dios.
Una tradición que trasciende generaciones
El Día de los Fieles Difuntos no es solo una práctica religiosa, sino una expresión cultural que une a los dominicanos en un acto de memoria y devoción. Es una jornada para detenerse en medio de la rutina, reflexionar sobre la vida, la muerte y la esperanza que las trasciende. Con cada vela encendida y cada flor depositada, las familias reafirman su fe y celebran un lazo eterno con aquellos que han partido.
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