Donald Trump y Kamala Harris procuran intensamente el voto latino, a cinco días de las elecciones.Kamala Harris, la aspirante demócrata y actual vicepresidenta, centró su discurso en la promesa de cumplir sus compromisos. Con una fuerte confianza, declaró: "O bien él estará allí el primer día, entrando a esa oficina, pensando en su lista de enemigos, o cuando yo sea elegido, entraré en su nombre con mi lista de cosas por hacer". Sus palabras resonaron con un público entusiasta que la vitoreaba. En respuesta a las acusaciones de Trump, Harris afirmó que su retórica violenta debe ser descalificatoria y abogó por un "nuevo liderazgo" en el país, afirmando estar lista para asumir la presidencia.
En un intento de conectarse con los votantes latinos, Harris hizo hincapié en la importancia de su voto, subrayando que la comunidad merece ser escuchada y que su administración trabajará para abordar sus necesidades y preocupaciones. Entre los asistentes al evento se encontraron figuras del entretenimiento, como los raperos Cardi B, Glorilla y Flo Milli, quienes apoyaron su candidatura.
Por otro lado, Donald Trump, el ex presidente y candidato republicano, no se quedó atrás en sus ataques. Acusó a Harris de "odiar" a los estadounidenses, afirmando que "el mensaje final de Kamala a los estadounidenses es que, creo, los odia". En una serie de comentarios provocativos, también afirmó que ella "no es una buena persona", intentando consolidar su propia imagen como defensora de los intereses del país. Trump enfatizó su amor por Estados Unidos, al instante a los votantes a unirse a él para "construir un futuro extraordinario" para la nación.
En un momento de frustración durante su discurso, Trump se mostró visible y enfadado por un problema con el micrófono, lo que le llevó a manifestar que estaba "hirviendo de rabia". Sin embargo, continuó su discurso tocando el tema del cambio climático, minimizando sus efectos al señalar que no importan las variaciones de temperatura que se experimentan, lo que generó una respuesta mixta entre sus seguidores y detractores.
Wisconsin es un estado crucial en la contienda electoral, con diez votos electorales que podrían inclinar la balanza. Históricamente, ha sido un campo de batalla, habiendo definido en cuatro de las seis últimas elecciones presidenciales resultados con márgenes de menos de un punto porcentual. En 2016, Trump ganó Wisconsin con una ventaja de solo 0,7 puntos, mientras que en 2020, Joe Biden logró revertir esa tendencia y se impuso por 0,6 puntos. La lucha por el voto latino se considera esencial para ambos candidatos, quienes intentan consolidar su base de apoyo en este estado normalmente demócrata.
Con el clima electoral tan polarizado, tanto Harris como Trump están dedicando esfuerzos significativos para asegurar de que su mensaje resuene entre los votantes latinos, una estrategia que podría ser decisiva en su búsqueda de la Casa Blanca.
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