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Historia detrás del rostro joven de la Virgen de la Altagracia

 

La imagen de la Virgen de la Altagracia es autoría del pintor Dustin Muñoz.

Por Alfonso Álvarez, www.laspalomastv.com

Santo Domingo, RD.  20 de enero del 2025

La Virgen de la Altagracia, madre espiritual y protectora del pueblo dominicano, guarda una historia fascinante que trasciende lo religioso y se convierte en un ícono cultural y patrimonial de Quisqueya.

En una capilla exterior junto a la entrada de la Catedral Primada de América, en la concurrida calle Arzobispo Meriño de la Ciudad Colonial de Santo Domingo, se encuentra una representación singular: una joven Virgen de la Altagracia, obra del reconocido pintor dominicano Dustin Muñoz.

La inspiración detrás de la obra

Dustin Muñoz, autor de diversas obras emblemáticas como el Obelisco Macho del Malecón de Santo Domingo, recreó esta imagen en 2022 con motivo del cierre del Año Jubilar de la coronación de la Virgen. Su obra, un acrílico sobre lienzo de 24 x 24 pulgadas, presenta a una Virgen adolescente, de entre 12 y 15 años, con rasgos criollos. Muñoz señala que su proceso creativo es profundamente intuitivo: "Soy sencillamente un instrumento, como si algo más allá del artista dictara la imagen".

La Virgen aparece coronada por ramas de naranjo, un elemento cargado de simbolismo, que alude tanto a la corona de espinas de Cristo como a los frutos y espinas del árbol que marcó su primera aparición según la tradición. La escena incluye a San José y al Niño Jesús, este último representado sobre una cruz con tres clavos que prefiguran su destino.

Origen de la devoción altagraciana

La veneración a la Virgen de la Altagracia tiene raíces profundamente ligadas a la identidad nacional. Según una popular tradición, la imagen fue entregada milagrosamente a un hacendado español que buscaba cumplir el deseo de su hija de tener un cuadro de esta advocación mariana. Este milagro, junto a otros atribuidos a la Virgen, consolidó su devoción en Higüey, donde se erige su principal santuario, la Basílica de Higüey.

Alcides Díaz, presidente del Centro de Estudios Altagraciano, sostiene que la devoción a la Virgen de la Altagracia nació en la isla, como un culto autóctono, no importado. “Los colores de su vestimenta tienen un significado especial: el azul representa su asunción al cielo, el rojo su humanidad, y el blanco su pureza”, detalla Díaz.

Una fiesta nacional

El 21 de enero es el día de fiesta nacional dedicado a la Virgen de la Altagracia, declarado por el Arzobispo Nouel bajo el gobierno de Horacio Vásquez. Este día conmemora la gratitud de los higüeyanos tras la Batalla de la Limonade en 1691. Aunque originalmente su festividad era el 15 de agosto, la celebración actual reúne a miles de fieles en peregrinación hacia Higüey.

El impacto cultural y espiritual

Más allá de ser una obra de arte, la representación joven de la Virgen por Dustin Muñoz evoca una conexión especial con los fieles. "Cada persona que se acerca a la imagen lleva sus propias circunstancias. No es solo una obra de arte; es un puente hacia la esperanza, la alegría y la fe", reflexiona el artista, quien creció como monaguillo en la parroquia Nuestra Señora de la Altagracia en Loma de Cabrera.

La Virgen de la Altagracia sigue siendo un símbolo de unidad y protección para los dominicanos, inspirando devoción y reafirmando la identidad cultural de un pueblo que encuentra en ella consuelo y fortaleza.

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