El director del Listín Diario, Miguel Franjul, conversa con estudiantes de la Escuela Básica Héctor José Díaz sobre sus sueños y preocupaciones.La situación de la Escuela Básica Héctor José Díaz, en el barrio 27 de Febrero del Distrito Nacional, se ha convertido en una crisis educativa y social. Las condiciones precarias del plantel, sumadas a la influencia de pandillas, ponen en peligro el derecho a la educación de cientos de niños y adolescentes.
La directora del centro, Dorka Rocío Báez, denunció que la escuela opera en un local alquilado por el Ministerio de Educación (Minerd) con capacidad para 60 alumnos, pero recibe hasta 175 por tanda. Las aulas, diseñadas para 12 estudiantes, albergan hasta 27, lo que impide una enseñanza adecuada. Además, la falta de espacio limita las actividades culturales y deportivas.
Vecinos y docentes exigen la construcción de un nuevo centro educativo en la comunidad, ya que la falta de infraestructura escolar ha llevado a muchos estudiantes a abandonar las aulas y unirse a bandas delictivas. “La calle es su patio y la violencia se convierte en una opción para los más vulnerables”, explicó el padre Francisco Antonio Castillo Montilla, de la Parroquia Nuestra Señora de La Altagracia.
Las autoridades han implementado charlas de prevención con la Policía Antipandillas, pero la solución de fondo sigue siendo la construcción de una escuela digna y segura para los estudiantes del barrio 27 de Febrero.