El recién elegido cardenal Robert Francis Prevost, Prefecto del Dicasterio para los Obispos (derecha), recibe su birrete de manos del papa Francisco al ser elevado a la cúspide en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el 30 de septiembre de 2023CIUDAD DEL VATICANO. — La elección del cardenal estadounidense Robert Francis Prevost Martínez como Papa León XIV ha sido interpretada por analistas y líderes eclesiásticos como un "éxito póstumo del Papa Francisco" y una señal clara de continuidad pastoral, geopolítica y doctrinal, especialmente hacia el sur global y América Latina.
El nombramiento del nuevo Pontífice este jueves, en el segundo día de cónclave, confirma una línea de pensamiento eclesial que prioriza la justicia social, el cuidado de los pobres y los migrantes, y una reforma serena pero firme de la estructura de la Iglesia.
Un Papa entre dos mundos
Nacido en Chicago en 1955, de madre de ascendencia española, Prevost representa un puente cultural entre América del Norte y América Latina. Pasó más de tres décadas en Perú como misionero agustino, obispo y formador, lo que le dio una visión cercana y concreta de las realidades sociales de la región. Su trayectoria en Trujillo y Chiclayo, así como sus vínculos con comunidades pobres y originarias, han cimentado su identidad pastoral.
El director del Observatorio Geopolítico de la Religión del Instituto IRIS de Francia, François Mabille, calificó la elección como un movimiento que refuerza la visión latinoamericana de Francisco y que además marca distancia con el nacionalismo cristiano de derecha encarnado por sectores cercanos al expresidente Donald Trump. “Es un papa pastoral, con sensibilidad social y compatible con los desafíos del sur global”, afirmó Mabille.
¿Por qué León XIV? Un mensaje simbólico
El nombre elegido por el nuevo Papa no es casual. León XIV remite directamente a León XIII, el pontífice que en 1891 publicó la encíclica Rerum novarum, considerada la piedra angular de la doctrina social de la Iglesia. Así, Prevost parece proyectar un pontificado centrado en una nueva etapa de reflexión sobre la justicia social, los efectos de la globalización, y temas emergentes como la inteligencia artificial y el cambio climático.
Esta decisión también refuerza su compromiso con los principios franciscanos de una Iglesia abierta, sinodal y cercana a los excluidos, pero sin replicar las expresiones más polarizantes de Francisco. Como afirmó Mabille, “habrá continuidad, pero con un tono más moderado y menos confrontativo”.
Un perfil reformista y conciliador
Prevost ha sido descrito como un líder de consenso, conocedor de la Curia pero sin rigideces institucionales, y profundamente arraigado en la vida pastoral. Su papel como prefecto del Dicasterio para los Obispos desde 2023 fue clave para su elección, al haber influido en los nombramientos episcopales más recientes y haber ganado la confianza del colegio cardenalicio.
Aunque ha manifestado posturas tradicionales —como su oposición a la ordenación sacerdotal de mujeres—, su enfoque se considera pragmático más que ideológico, en línea con una Iglesia que escucha, camina y dialoga.
Retos del nuevo Pontífice
Los principales desafíos de León XIV incluyen:
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Consolidar una reforma organizativa sinodal,
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Reforzar la lucha contra los abusos sexuales,
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Mantener la atención a las periferias y a los más pobres,
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Promover la paz frente a los conflictos internacionales,
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Y responder con claridad a los desafíos éticos y morales de la tecnología emergente.
Con su elección, la Iglesia reafirma una visión de apertura, equilibrio y misión, profundamente conectada con el legado de Francisco, pero con un nuevo rostro y nuevas prioridades que marcan el inicio de una etapa esperanzadora.
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