Es especialmente preocupante que el 25% de estas muertes correspondieran a madres procedentes de Haití, lo que destaca la necesidad de abordar las disparidades en el acceso a la atención médica materna entre diferentes grupos de la población.
El informe señala que el 75% de las muertes maternas fueron causadas por complicaciones obstétricas directas, como edema, proteinuria y trastornos hipertensivos durante el embarazo, parto o puerperio. La sepsis (infección) fue la causa básica de muerte en el 36% de los casos, con un aumento significativo del 198% en comparación con el año anterior.
Además, se observó un aumento en las muertes maternas por causas obstétricas indirectas, como enfermedades del sistema respiratorio que complican el embarazo, parto y puerperio.
Es fundamental abordar estos problemas de salud materna a través de intervenciones que mejoren el acceso a la atención prenatal de calidad, promuevan la educación sobre la salud materna y brinden un seguimiento adecuado durante el embarazo, parto y posparto. Además, se deben fortalecer los sistemas de salud para garantizar una atención médica oportuna y adecuada para todas las mujeres embarazadas, independientemente de su origen o situación socioeconómica.
Por otro lado, es alentador observar que las muertes infantiles mostraron una reducción del 7% en comparación con el año anterior, con 3,012 decesos registrados en menores de un año. Esto sugiere que las medidas implementadas para mejorar la salud infantil pueden estar teniendo un impacto positivo, aunque aún queda trabajo por hacer para garantizar la salud y el bienestar de todos los recién nacidos.