
En los últimos meses, se han registrado varios crímenes cometidos por haitianos que viven en condiciones irregulares en la República Dominicana. Uno de los casos más recientes involucra el asesinato de una mujer de 74 años en el sector Enriquillo del municipio Mao, provincia Valverde. La víctima, identificada como Dulce María Barrera, fue encontrada sin vida en su hogar, con múltiples heridas de arma blanca. Las autoridades han identificado a un haitiano conocido como "Keke" como el principal sospechoso del crimen.
Otro incidente lamentable ocurrió en Villa Isabela, donde tres personas, incluido el propietario de una hacienda y dos de sus empleados, fueron encontradas muertas en su residencia. Se sospecha que el responsable, un haitiano conocido como Rodolfo o Blanco, era empleado en la hacienda y aún no ha sido capturado por las autoridades.
Estos no son casos aislados. En diversas comunidades de la República Dominicana, se han reportado crímenes violentos atribuidos a ciudadanos haitianos. Desde ataques mortales a miembros de una misma familia hasta el asesinato de destacados ciudadanos dominicanos, la presencia de la delincuencia haitiana ha generado alarma y preocupación en la sociedad.
Es evidente que la falta de identificación y registro adecuado de los ciudadanos haitianos dificulta el enjuiciamiento y la persecución de los responsables de estos crímenes. Las autoridades dominicanas enfrentan un desafío significativo para garantizar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos, mientras buscan soluciones efectivas para abordar esta problemática.