El gobernador republicano Kevin Stitt declaró que el estado sigue en "alerta máxima" por el mal tiempo que ha afectado la región desde el viernes. Ante la magnitud de la situación, Stitt anunció la declaración de "desastre por emergencia" en doce condados, mientras se sigue evaluando la magnitud de los daños.
Stitt expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y a aquellos que han sufrido pérdidas debido a los tornados que azotaron Oklahoma. El impacto de los tornados fue particularmente severo en el condado de Hughes, donde se reportaron múltiples heridos y al menos dos personas fallecidas.
En Sulphur, un pueblo al sur de Oklahoma City, se registraron al menos dos tornados, mientras que otro golpeó la localidad de Marietta. La Cruz Roja ha establecido refugios para atender a los afectados y brindarles asistencia inmediata.
Además de las víctimas humanas, los tornados dejaron a miles de personas sin electricidad en Oklahoma, según informes de poweroutage.us. La magnitud de la destrucción también se ha sentido en otros estados, como Nebraska e Iowa, donde los tornados del viernes provocaron el colapso de edificios y la destrucción de cientos de viviendas.
Las autoridades locales continúan trabajando en la evaluación de los daños y en la asistencia a los afectados mientras la comunidad se recupera de esta devastadora serie de tornados.