En una entrevista televisiva con el programa "60 Minutes" de CBS News, el Papa Francisco abordó el tema de la migración y calificó de "locura" las duras actitudes antimigrantes en la frontera de Estados Unidos. Criticó específicamente el cierre por parte del estado de Texas de una organización católica de caridad que ofrecía ayuda humanitaria, describiéndolo como absurdo.
El Papa enfatizó la importancia de acoger a los migrantes, especialmente en un momento en que un número sin precedentes de personas, principalmente de Centroamérica y Venezuela, huyen de la pobreza, la violencia y los desastres exacerbados por el cambio climático. Aunque reconoció la necesidad de abordar el tema de la migración de manera humanitaria y justa, destacó que cada caso debe ser considerado individualmente.
Además, Francisco lamentó lo que llamó "la globalización de la indiferencia" hacia los migrantes, describiéndola como una "enfermedad muy fea".
La entrevista también abordó las críticas de algunos obispos conservadores estadounidenses hacia los esfuerzos del Papa por revisar ciertas enseñanzas y tradiciones de la Iglesia, particularmente en relación con la inclusión de los miembros de la comunidad LGBT. Desde su elección en 2013, el Papa ha abogado por una Iglesia más inclusiva, pero ha enfrentado resistencia por parte de los católicos conservadores.