
En el contexto de su mensaje sobre evitar los chismes en las parroquias y congregaciones, el Papa instó a los sacerdotes a expresarse con transparencia y afrontar los problemas de frente. Sin embargo, el uso de la expresión "los chismes son cosa de mujeres" ha sido criticado por su tono sexista y estereotipado.
Además, Francisco reconoció, según el blog 'Silere non possum', la existencia de problemas de corrupción en la diócesis de Roma y expresó su compromiso en abordarlos junto con los obispos auxiliares. Estas declaraciones se producen en medio de un clima de crítica hacia la gestión del Papa y de crecientes filtraciones de conversaciones privadas que generan controversia en la opinión pública.