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"Me gustaría volver a casa, encontrar un lugar donde descansar": la angustia de los desplazados en Haití

 



Haití vive una crisis social y política, agravada tras el asesinato de su presidente Jovenel Moise.AFP

Por Alfonso Alvarez, www.laspalomastv.com

Puerto Príncipe, Haití 17 de julio del 2024

- Hace un año y medio, Philomène Dayiti tuvo que huir de las pandillas y refugiarse en una iglesia de Puerto Príncipe, que se ha convertido en un campo para desplazados internos. Su angustia es compartida por cientos de miles de haitianos en un país sometido a la violencia de las bandas armadas.

"Me gustaría volver a casa, encontrar un lugar donde descansar. No puedo quedarme aquí para siempre", dice Dayiti a la AFP. A sus 65 años, Dayiti vivía en Bas-Delmas, un municipio peligroso del área metropolitana de la capital, donde sobrevivía vendiendo productos en la calle. Los enfrentamientos entre pandillas la obligaron a huir, encontrando refugio en la iglesia internacional primitiva, en Delmas 19, a las afueras de Puerto Príncipe.

Un Campamento Improvisado

El pequeño patio de la iglesia se ha convertido en un campamento improvisado donde se hacinan 800 personas. Los desplazados guardan sus pertenencias colgadas en las paredes o en cuerdas de tender la ropa. Como Dayiti, muchos haitianos han abandonado sus hogares por temor a las bandas, activas desde hace años en el país y que han redoblado sus acciones desde febrero.

Aumento de la Violencia

Ese mes, las pandillas lanzaron ataques coordinados contra puntos neurálgicos de Puerto Príncipe, desafiando al primer ministro Ariel Henry. Tras la dimisión de Henry, unas autoridades de transición asumieron el poder, enfrentándose a una tarea monumental. Actualmente, un 80% de Puerto Príncipe está controlado por pandillas acusadas de asesinatos, violaciones, saqueos y secuestros. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), hay cerca de 600,000 desplazados internos en Haití, un aumento del 60% desde marzo.

Historias de Desplazamiento

Roberto, otro desplazado que vivía plácidamente en una comunidad en Croix-Des-Bouquets, también encontró refugio en la iglesia internacional primitiva. "En la mañana del 21 de enero de 2023, mientras estábamos ocupados en nuestras tareas diarias, oímos varios disparos", cuenta este padre de dos adolescentes. "Luego vimos cómo bandidos armados invadían la zona. Nos dijeron que mantuviéramos la calma y que el barrio estaba bajo su control."

Para evitar ser usados como escudos humanos en caso de una operación policial, Roberto y su familia se marcharon a escondidas sin llevar ninguna pertenencia. "Destruyeron todos mis bienes. Yo tenía un coche, una tienda. Ya no tengo nada, he caído a lo más bajo", lamenta Roberto.

Desafíos en el Refugio

El pastor de la iglesia internacional primitiva, Méus Lotaire, reconoce que la convivencia entre los desplazados no siempre es sencilla. "Me exige mucho esfuerzo gestionar a todas estas personas que vienen de lugares distintos y deben compartir un espacio limitado", asegura. Los problemas son de todo tipo, incluyendo la insuficiencia de baños y el acceso a cuidados médicos.

La ONG Alima, conocida por sus unidades médicas móviles, es la encargada de examinar a los pacientes en el campamento, proporcionando atención médica esencial. Entre los beneficiarios está Nehemie Laguerre, de 20 años, quien dio a luz recientemente y acude al campamento para una revisión y consejos sobre el cuidado de su bebé.

Una Realidad Dolorosa

La situación en Haití refleja una crisis social y política profunda, exacerbada por la violencia pandillera y la falta de estabilidad gubernamental. Los desplazados, como Dayiti y Roberto, viven en una constante incertidumbre, esperando un día poder regresar a sus hogares y encontrar un lugar donde descansar en paz.

Por Alfonso Alvarez y puede ser consultado en LasPalomasTV.com.

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