El Papa Francisco. (Foto by Filippo MONTEFORTE / AFP)El Vaticano informó recientemente que el Papa Francisco, de 88 años, sufrió un broncoespasmo durante su hospitalización, lo que le provocó un episodio respiratorio grave. Esta complicación es una contracción involuntaria del músculo liso de los bronquios, lo que reduce el diámetro de las vías respiratorias y dificulta el paso de aire, generando dificultad para respirar.
El broncoespasmo es común asociado con enfermedades respiratorias, siendo el asma una de las principales causas. Durante el episodio que sufrió el pontífice, se presentaron síntomas como dificultad para respirar, opresión en el pecho, fatiga, sibilancias y ataques de tos persistentes. En casos más graves, como el del Papa, este fenómeno puede desencadenar otros problemas, como la acumulación de aire en los pulmones.
El Santo Padre, que se encuentra hospitalizado desde el 14 de febrero por una bronquitis con infección polimicrobiana y neumonía lateral, experimentó una complicación adicional cuando, durante su crisis respiratoria, sufrió un episodio de vómito con inhalación, lo que llevó a que parte del vómito ingresara a sus pulmones. Afortunadamente, fue intervenido de manera inmediata para evitar complicaciones mayores.
El Vaticano indicó que el Papa Francisco pasó una "noche tranquila" en el hospital, y sus condiciones médicas son estables, aunque se necesitan entre 24 y 48 horas para evaluar los efectos de la inhalación del vómito.
Esta situación ha generado preocupación en los fieles, pero los médicos están monitoreando de cerca su estado y brindando el tratamiento necesario para su recuperación.